El pasado mes de junio señalábamos en estas mismas páginas que “…los primeros días de verano resultan propicios para la inversión”, y no precisamente porque el precio de los metales preciosos estén más asequibles. Además, oro y plata, sobre todo, suman un atractivo añadido para los turistas que cruzan medio mundo durante sus periodos vacacionales.
Las maravillosas postales con panorámicos paisajes y monumentos visitados ya casi han pasado a ser objetos de museo. Cada vez los turistas compran menos tarjetas, ya que la inmediatez de sus sofisticados teléfonos móviles captan las mejores vistas posibles y las hacen viajar a destinos de amigos y familiares sin sello y al instante.
Otro atractivo para los turistas fueron siempre, y lo siguen siendo, los souvenir de todo tipo: platos con escenografías en sus fondos, dedales, campanillas… y un sinfín de cacharros que recuerdan el lugar de recorrido. Y así, muchas piezas para la nostalgia futura.
Pero hay una serie de productos que, si bien fueron pensados y creados para la inversión, están siendo compartidos también como objeto recuerdo del país visitado: los bullion.
Condición sine que non, naturalmente, es la de que el país visitado (igual da playa que montaña que ciudad) cuente con una casa de moneda estatal que acuñe este tipo de monedas de inversión.
Oroinformación ha realizado un muestreo entre algunas de estas Cecas de América del Norte y Europa, con el inesperado resultado de que durante los meses de verano no se detecta una gran bajada en la demanda de sus bullion de referencia, ya que la compra de estas monedas por parte de turistas nivela en parte el parón de ventas hacia el público inversor nato.
Entre el sector turístico, destacan mayoritariamente la compra de bullion acuñados en plata sobre los de oro, ya que el precio de las monedas en metal argénteo está muy por debajo del precio del metal amarillo y, por lo tanto, muy asequible para los bolsillos de los ciudadanos que visitan alguno de los países emisores con los que contactamos: Estados Unidos, Canadá, Austria o Gran Bretaña.
Desgraciadamente, España, que ocupa el tercer lugar entre los países más visitados del mundo, después de Francia y Estados Unidos, no puede poner a disposición de los casi 80 millones de visitantes anuales ningún tipo de bullion, ya que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda no se ha interesado nunca por acuñar este tipo de monedas de inversión. Eso sí, toros de felpa y muñecas bailaoras, todas las que ustedes quieran…
Estados Unidos, con sus Silver American Eagle, está a la cabeza mundial en ventas veraniegas de bullion de plata. A continuación, la Münze Österreich (Casa de la Moneda de Austria) con su Filarmónica; volviendo a América del Norte, Canadá mantiene su producción en verano gracias a las ventas de miles de Maple Leaf (Hojas de Arce). Europa cierra el ciclo con sus Britannia del Reino Unido, muy solicitadas por los turistas que arriban a Londres. Por último, aquellos audaces y adinerados visitantes que arriban al continente asiático y, en concreto, a China, tienen a su alcance un muy demandado souvenir: los bullion Panda de plata.
En estos casos, recuerden que el desembolso económico de los turistas que adquieren bullion no significa un gasto más, sino una inversión.