La emisión de la Libertad de México, uno de los bullion de plata más apreciados del mundo, cuenta con hasta ocho versiones de diferentes pesos y medidas, con el objetivo de atraer a inversores y coleccionistas. La pieza más llamativa de la emisión es la moneda de un kilo de plata.
La Libertad de México en plata fue acuñada por primera vez en el año 1982 y muy pronto despertó el interés de los coleccionistas numismáticos y los inversores en este metal.
Junto a su hermana, la versión en oro, fueron monedas muy demandadas, lo que llevó al Banco de México, en el año 1986, a acometer un profundo rediseño de su anverso y su reverso, para adaptarlas a los nuevos tiempos y a los nuevos gustos del público.
Fruto de este rediseño es la versión de la Libertad mexicana que conocemos hoy en día.
El anverso de la moneda acuñada entre 1982 y 1995 presentaba la figura de un águila que se inspira en la representada en el Códice Mondocino, de principios del siglo XVI. El ave aparece vista desde su perfil izquierdo, con las alas elevadas en posición de combate, con una serpiente en el pico y posada sobre un nopal, planta que constituye uno de los símbolos nacionales de México.
Esa imagen sigue estando presente, aunque en un tamaño mucho más reducido, que ocupa solo el centro de la moneda. El águila sigue estando rodeada por una leyenda con el nombre oficial del país: Estados Unidos Mexicanos.
Tras el rediseño, se incluyeron alrededor de esta figura central una decena de versiones diferentes del escudo con el águila, que han venido siendo utilizados como Escudo Nacional por los diferentes gobiernos que ha tenido México a lo largo de los años.
El reverso cambió mucho tras el rediseño de 1986. La imagen sigue siendo la misma: el monumento al Ángel de la Independencia, que fue inaugurado en 1910, para conmemorar el centenario de la independencia del país y está situado en el Paseo de la Reforma de Ciudad de México.
En la Libertad acuñada entre 1982 y 1995, el monumento aparecía de frente. Tras el rediseño de la moneda, la imagen aparece vista desde su lado izquierdo. La figura sostiene en su mano derecha una corona de laurel, que representa la victoria, y en la izquierda unos eslabones rotos, símbolo de la libertad.
Lo que no ha cambiado es el fondo de la imagen, que representa a los volcanes Popocatéptl e Iztaccíhuatl, muy presentes en la mitología mexicana, en la que se relatan los amores entre la princesa Iztaccíhuatl y Popocatéptl, uno de los guerreros de su padre. Tras un final trágico, los dioses convirtieron a ambos en los volcanes gemelos que constituyen una de las principales maravillas naturales de México.
La leyenda de alrededor incluye el peso de la moneda, el metal, el año de emisión y la pureza, además de la marca de la Casa de la Moneda de México.
La emisión de 2018 en plata cuenta con ocho versiones diferentes. De mayor a menor, la primera es la de un kilo de peso, calidad mate, de 311 gramos de peso y 110 milímetros de diámetro.
El resto de piezas están acuñadas en calidad proof. La de cinco onzas (155,5 gramos de peso), mide 65 milímetros de diámetro.
La de dos onzas pesa 62,2 gramos y mide 48 milímetros.
La de una onza, de 31,1 gramos de peso, mide 40 milímetros de diámetro.
La de 1/2 onza pesa 15,5 gramos y mide 33 milímetros.
La de 1/4 de onza pesa 7,77 gramos y mide 27 milímetros de diámetro.
La de 1/10 de onza pesa 3,11 gramos y tiene un diámetro de 20 milímetros.
Y la más pequeña, la de 1/20 de onza, pesa 1,5 gramos y mide 16 milímetros de diámetro.