Los fondos soberanos son un vehículo de inversión muy especial. Pese a su amplia diversidad, aún son pocos los que confían en el oro como parte de su cartera de inversión. Un informe publicado por el Consejo Mundial del Oro explica las ventajas que para estos fondos representa la inversión en oro.
El informe, titulado “Mejorando la riqueza de las naciones: oro y fondos soberanos” ha sido publicado por el Consejo Mundial del Oro el pasado 27 de septiembre. Los fondos soberanos son un vehículo inversor muy particular, que cuenta con una gran variedad de tamaños, fuentes de financiación y objetivos. Según los datos del Sovereign Wealth Fund Institute, a cierre del pasado mes de abril, gestionaban alrededor de 7,38 billones de dólares.
Por ejemplo, los llamados fondos de estabilización, como el SOFAZ de Azerbaiyán, optan por inversiones líquidas y seguras. En cambio, los que tienen el mandato de maximizar el capital, como el ADIA de Abu Dhabi, tienen horizontes a más largo plazo y admiten mayor riesgo.
En cualquier caso, todos ellos tienen como objetivo generar rendimientos en un entorno de escaso crecimiento y baja rentabilidad. Como consecuencia, muchos están replanteándose sus estrategias de inversión y están accediendo a otros activos alternativos como el mercado inmobiliario o los hedge funds.
Según el informe del Consejo Mundial del Oro, solo unos pocos fondos soberanos invierten en oro en la actualidad, ya que tienen como objetivo generar mayor rentabilidad que las carteras de los bancos centrales y tienden a considerar el metal como un activo que solo va a seguir el ritmo de la inflación.
“Sin embargo -apunta el informe- el mercado del oro ha evolucionado. Los cambios estructurales en los centros de demanda y suministro permiten que el oro pueda ofrecer una rentabilidad similar a la de las acciones a largo plazo, al tiempo que mantiene su condición de refugio a corto plazo”.
Además, el oro ayuda a diversificar la excesiva dependencia del petróleo que tienen muchos fondos soberanos y cuenta con tanta liquidez como los bonos.
Por ejemplo, su rentabilidad anual desde 2000 es mayor que la de los índices del mercado inmobiliario, los hedge funds, las acciones, los bonos del Tesoro estadounidense y el dólar, en términos de rentabilidad media anual.
Desde el Consejo Mundial del Oro apuntan a tres factores como responsables de esta transformación del oro en un activo creciente a largo plazo: la irrupción de los mercados emergentes como mayores consumidores de oro; el cambio en la actividad de los bancos centrales; y la aparición de nuevos productos financieros respaldados por el oro, cada vez más accesibles a los inversores.
Consumidores
La demanda geográfica del oro se ha desplazado desde Occidente a Oriente. En décadas pasadas, eran los mercados occidentales los principales demandantes de oro. Pero ahora los principales consumidores mundiales de oro son China y la India, que acaparan más de la mitad de la demanda anual.
Una demanda que viene dada por el incremento del apetito por el oro de los ciudadanos de estos dos países, gracias al crecimiento económico que están experimentando ambos.
Bancos centrales
Por su parte, los bancos centrales se han convertido en compradores netos de oro desde 2008 y representan todavía una importante fracción de la demanda global anual. Una circunstancia que trae causa de la implementación y renovación del Acuerdo de los Bancos Centrales sobre el Oro y de la diversificación de sus reservas hacia el oro desde la crisis financiera. Este Acuerdo, firmado en 1999 y renovado en 2014, supone un compromiso adquirido por los bancos centrales de limitar sus ventas de oro para no distorsionar el mercado global.
Según las cifras del Consejo Mundial del Oro, las reservas de oro de los bancos centrales han crecido desde las 29.981 toneladas en 2008 hasta 33.426 en el primer trimestre de 2017.
Respecto a la innovación en los productos, ha permitido la incorporación de muchos inversores, gracias a una mayor accesibilidad. Los llamados Exchange-traded funds (ETF) respaldados por oro (conocidos como “oro papel”) empezaron a operar en 2003 y su demanda de oro ha crecido desde el 1,3% anual al 12,3% en 2016. Sus compras de oro se han disparado desde 33 toneladas en 2003 a 532 en 2016.
Valor refugio, liquidez y protección
El informe pone de manifiesto las principales cualidades del oro que lo hacen especialmente atractivo para los fondos soberanos. Por un lado, el oro es el activo refugio por excelencia en tiempos de inestabilidad del mercado. Una cualidad que resulta muy interesante para los fondos soberanos.
Su desempeño durante los momentos de crisis sistémica ha sido excelente, lo que ha ayudado a los inversores a preservar su capital. Durante las pasadas crisis financieras, el oro ha superado la rentabilidad de otros activos líquidos de alta calidad, como los bonos del Tesoro estadounidense, los bonos del Gobierno de Japón, los bonos alemanes o los británicos.
Además, es el único activo que aúna cualidades de las divisas y de las commodities. Por ello y por la gran diversidad geográfica de sus inversores, el oro mantiene su independencia respecto de otros activos importantes.
Esta independencia respecto de las commodities es especialmente interesante en el caso de los fondos soberanos, cuya sobreexposición al petróleo ha tenido un importante impacto en sus cuentas debido a la caída de precios del crudo.
Desde el Consejo Mundial del Oro hacen hincapié en esta independencia respecto del petróleo, ya que la equivocada idea de que el oro y el crudo están interrelacionados ha retraído a los fondos soberanos a acercarse al oro hasta ahora.
Respecto a su liquidez, está asegurada por el enorme volumen diario de negociación del oro, superior por ejemplo a los mercados de deuda de Alemania y el Reino Unido.
Por otro lado, uno de los objetivos que suelen tener los fondos soberanos es la transmisión de la riqueza del país de una generación a la siguiente (por ejemplo, el fondo SOFAZ de Azerbaiyán). Y por ello, el oro resulta una inversión ideal: ha mantenido su poder adquisitivo durante las guerras mundiales, depresiones y crisis financieras.
Desde que terminó de aplicarse el patrón oro clásico, todas las divisas internacionales se han depreciado con respecto al oro.
Participación en la cartera
El informe del Consejo Mundial del Oro apunta a un conservador 5% de rentabilidad anual del oro, pese a que éste se ha revalorizado cerca de un 10% anual desde el fin del patrón oro, en 1971.
Según el análisis realizado por los expertos de este organismo, el porcentaje ideal de presencia de oro en la cartera de inversión de los fondos soberanos está entre el 2 y el 10% para los fondos de estabilización, y entre el 5 y el 10% para los fondos de maximización de capital.