El oro desempeña un importante papel en numerosas culturas asiáticas. De hecho, China y la India son los dos mayores consumidores mundiales de este metal. La importancia del mismo llega a tal extremo que en algunos países como Vietnam, los ciudadanos lo prefieren a la propia moneda emitida por su banco central.
La moneda local de Vietnam es el dông. Sin embargo, el oro en sus diversas formas (lingotes, monedas, joyas o incluso acciones de fondos que invierten en oro), actúa como una divisa de reserva que, en muchas ocasiones, sustituye a la principal.
El caso ha sido incluso objeto de estudio por parte de Allison Truitt, profesora asociada de Antropología de la Universidad de Tulane (Nueva Orleans, EEUU), quien ha publicado un libro sobre los aspectos sociales del uso del oro en Vietnam, titulado “Soñando con el dinero en Ciudad Ho Chi Minh”.
En su libro, la investigadora explica que, durante la historia de Vietnam, sus ciudadanos han usado de forma recurrente otras divisas como los dólares de plata mexicanos, o los dólares estadounidenses.
Según Truitt, el país ha atravesado, a lo largo de su historia, por décadas de ocupación por parte de potencias extranjeras, inestabilidad política, cambio de régimen de gobierno y varios episodios de hiperinflación, que han provocado que los vietnamitas hayan perdido la confianza en la moneda emitida por el Estado.
Por ello, y como está ocurriendo ahora mismo en Turquía, los vietnamitas han comenzado a acumular oro, un metal que mantiene su valor en cualquier parte del mundo. Miles de refugiados que se vieron obligados a huir del país en la década de los 70, debido a la guerra, llevaban oro consigo porque no sabían dónde acabarían viviendo.
En opinión de Truitt, esta actitud se mantiene entre los ciudadanos vietnamitas hoy en día. De hecho, hasta hace muy poco, los bancos vietnamitas seguían ofreciendo créditos personales referenciados en oro.
En palabras de la profesora universitaria, “mi interés en el oro no se refiere a su precio en este momento, sino a las circunstancias históricas que lo acompañan: la huida de los refugiados, cómo se usó el oro como medio de pago a los funcionarios estatales para que pudieran huir del país… Parte de mi labor como antropóloga es explicar estas experiencias porque constituyen una parte vital de las historias que la gente relata sobre el oro y por qué se sigue utilizando como moneda en Vietnam”.
Para su investigación, Truitt ha examinado artículos periodísticos escrito décadas atrás, viñetas humorísticas y otros materiales publicados en Vietnam. Ahora, su objetivo es transformar su investigación en un libro que incluya los testimonios de personas que han vivido esa incertidumbre económica y política en Vietnam, y que han utilizado el oro como refugio para proteger su patrimonio.
Como curiosidad, cuando Allison Truitt comenzó su investigación en Vietnam, en 2001, el precio del oro rondaba los 250 dólares la onza. Ahora, 17 años después, supera los 1.325 dólares la onza. “Perdí la oportunidad de haber comprado oro cuando empecé a investigar”, concluye.