La cantidad de metales preciosos que se encuentran en la tierra es limitada. Ése es, precisamente, uno de los motivos por los que éstos han alcanzado sus altos precios actuales. De hecho, en 2016 el Servicio Geológico de los Estados Unidos pronosticó que para el año 2020, el suministro mundial de plata podría haberse agotado. La importancia que estos metales están adquiriendo en el sector industrial hace que se estén buscando alternativas para garantizar su suministro.
Uno de los sectores que más pendiente está de este posible desabastecimiento de metales preciosos es la industria militar. Como señalan desde The Daily Coin, cuando el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) realizó su predicción sobre el futuro suministro de plata, se extendió la preocupación por el uso estratégico de este metal para la fabricación de bombas y otras armas destructivas.
Según revelan en este blog, Rusia ya había emprendido un programa de reciclaje de metales como el acero, el cinc o el cobre procedentes de antiguas armas retiradas del servicio.
La necesidad de incrementar el reciclaje de metales preciosos les ha llevado a dar un paso más. Tras la decisión de retirar del servicio a principios de 2020 los misiles balísticos intercontinentales móviles modelo Topol y reemplazarlos por los nuevos Topol-M, la Agencia Espacial de la Federación Rusa Roscosmos ha anunciado la convocatoria de un concurso para el reciclaje de nueve de estos misiles.
Según los detalles de la oferta, el desmantelamiento de los nueve misiles permitirá al adjudicatario obtener hasta 42 kilos de plata y 1,8 kilos de oro. Esos 42 kilos de plata representan unas 1.350 onzas troy. Al precio actual de 16,50 dólares la onza, estaríamos hablando de 22.275 dólares.
En el caso del oro, 1,8 kilos son 57,87 onzas troy que, a razón de 1.345 dólares la onza, son 77.835,15 dólares. A ello habría que añadir los metales presentes en otros componentes, que también contienen, oro, plata y platino.
La licitación también estipula que el contratista tendrá que devolver a las arcas rusas los beneficios obtenidos por la venta de los metales. Se calcula que cada uno de los misiles contiene 198 gramos de oro, 4,6 kilos de plata y cinco gramos de platino.