Las explotaciones de oro tradicionales situadas en el Arco Minero del Orinoco, que forman parte del ambicioso plan minero del Gobierno de Nicolás Maduro para incrementar las reservas de Venezuela, realizaron el pasado 16 de junio una nueva entrega de 252,30 kilos de metal.
Según informa la prensa local, se trata de la undécima entrega de metal procedente del Arco Minero del Orinoco que se realiza al Banco Central de Venezuela en lo que va de año y que, hasta el momento, ha aportado a las arcas del Gobierno bolivariano un total de 8,9 toneladas de oro.
Las explotaciones mineras tradicionales en el Arco Minero del Orinoco forman parte de un ambicioso proyecto, pomposamente denominado por el Gobierno de Venezuela como “Golpe de Timón Minero”, que fue presentado a finales de 2016 por el propio Nicolás Maduro.
Según ese plan, la minería tradicional iba a aportar una tonelada de oro mensual a las reservas de Venezuela. Sin embargo, en este año y medio que lleva operativo, las entregas han sido muy irregulares.
Las cifras comunicadas por el propio Banco Central hablan de un total de 8,9 toneladas de oro en lo que llevamos de año 2018. En palabras del ministro del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, “con este undécimo arrime de 252,30 kilogramos estamos dando pasos contundentes para alcanzar la meta de 24 toneladas propuesta para este 2018 por el presidente de la República, Nicolás Maduro”.
Una interpretación bastante optimista, ya que estamos casi a mediados de año y apenas se lleva un tercio del objetivo anual.
En cualquier caso, este aporte de oro producido en las explotaciones del Orinoco no ha servido para mejorar la salud de las reservas de metal del país. Según los datos que publica mensualmente el Consejo Mundial del Oro, Venezuela contaba con unas reservas de 188,9 toneladas a cierre de 2016, cuando se puso en marcha el proyecto.
Un año después, a cierre de 2017, las reservas no solo no se habían incrementado con el aporte de la minería tradicional, sino que habían descendido hasta las 187,6 toneladas, es decir 1,3 toneladas menos.
Los últimos datos publicados, correspondientes al mes de mayo de 2018, reflejan una cifra muy inferior a las del año pasado: 150,2 toneladas. Buena parte de ellas se han utilizado como garantía de diversos swaps y operaciones crediticias con entidades financieras internacionales, para aliviar el depauperado estado de las finanzas venezolanas.
Como ya publicamos en este periódico, el Gobierno de Venezuela tuvo que entregar parte de sus reservas de oro a Deutsche Bank, como pago de un swap contratado con el banco alemán, debido a que no disponía de liquidez para hacer frente a los pagos.
Más recientemente, Venezuela pagó 172 millones de dólares a Citibank para recuperar el oro que había depositado como garantía. Y aún tienen pendientes diversos vencimientos hasta el año 2021, que podrían supone aún una merma mayor de las reservas de oro del Banco Central de Venezuela.