El sector de los bancos centrales registró múltiples transacciones en el pasado mes de junio, tras unos meses de estancamiento, en los que solo destacaba las sucesivas compras de oro realizadas por el Banco Central de Rusia. En esta ocasión, más de una decena de bancos centrales del mundo han llevado a cabo importantes transacciones.
Según los últimos datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, hasta 13 bancos centrales han incrementado sus posiciones en oro durante el pasado mes de junio, tras varios meses de “sequía” en los que solo las operaciones de Rusia han destacado.
Precisamente, Rusia y otros países antiguos miembros de la Unión Soviética han sido quienes han encabezado estas adquisiciones de oro durante el pasado mes. En el caso de Rusia, su banco central ha continuado con la política de incremento de las reservas de oro que ha protagonizado desde el tercer trimestre de 2016, de manera casi ininterrumpida. Durante el mes de junio, el Banco Central de Rusia incorporó 19,5 toneladas de oro a sus reservas, que se elevan ya a 1.706,8 toneladas. Rusia ocupa el séptimo puesto entre los países con más reservas y estrecha el hueco con respecto al sexto, China, a 135,8 toneladas.
El segundo país que más oro ha incorporado a sus reservas en junio ha sido Turquía, con 5,3 toneladas más, para un total de 441,3. Sin embargo, y como precisa el Consejo Mundial del Oro, esta cantidad no refleja solamente el saldo neto de compras/ventas de oro, sino que el banco central turco tiene la política de aceptar oro como parte de los requerimientos de capital de los bancos comerciales del país.
Al margen de Turquía, otros países que formaron parte de la Unión Soviética han aprovechado el mes de junio para incrementar sus reservas de oro. Es el caso de Kazajistán, cuyo banco central ha adquirido 4,5 toneladas de oro, que elevan sus reservas a 275,4 toneladas.
Por su parte, Bielorrusia ha comprado 2,5 toneladas de oro que elevan su cifra total de reservas a 43,2 toneladas. En menor medida, Kirguistán también ha aumentado sus reservas, en este caso en 0,1 toneladas, para un total de 5 toneladas.
Egipto ha añadido 0,7 toneladas a sus reservas, que en la actualidad se elevan a 76,3 toneladas. Mongolia adquirió el pasado mes 0,6 toneladas, que elevan su cifra de reservas hasta las 2,1 toneladas. Mozambique y Nepal incrementaron sus reservas en 0,3 toneladas; Serbia, en 0,2 toneladas; y Grecia, Bulgaria, Sri Lanka y el mencionado Kirguistán añadieron 0,1 toneladas.
Ventas
Por el lado de las ventas, lo más reseñable ha sido la operación de venta de 1,7 toneladas de oro por parte del Bundesbank alemán. Hacía años que el banco central alemán no modificaba sus reservas de oro, más allá de la repatriación de parte de sus reservas desde Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, de la que hemos ido informando en este medio.
De esta forma, la cantidad total de oro que posee el Bundesbank se ha reducido a 3.375,6 toneladas, cantidad que le sigue situando, no obstante, en el segundo lugar de la clasificación, por detrás de los Estados Unidos.
También se ha desprendido de parte de sus reservas de oro Azerbaiyán, que ha vendido 2 toneladas, con lo que su cifra de reservas se eleva ahora a 18 toneladas.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS) se ha desprendido también de una tonelada de oro, con lo que su saldo a julio de este año es de 103 toneladas.
Pero quizá la operación más llamativa ha sido la protagonizada por el banco central de Laos. Según las estadísticas publicadas a primeros del mes de junio por el Consejo Mundial del Oro (que se nutren de la información facilitada por los propios bancos centrales), Laos ocupaba el puesto 71, con unas reservas de 8,9 toneladas de oro. Sin embargo, en las estadísticas publicadas en julio, no aparece en la lista de los 100 primeros países, que cierra El Salvado, con 1,4 toneladas de oro.
De ello habría que colegir que Laos ha vendido una buena parte de sus reservas, si no las 8,9 toneladas, sí una cantidad apreciable que le hace situarse por debajo de esas 1,4 toneladas que tiene El Salvador.
Por otro lado, también merece la pena destacar que la cifra de reservas del Banco Central de Venezuela ha permanecido inalterada en el mes de junio, en 187,5 toneladas. Una cuestión que sorprende, dado que el Gobierno de ese país había promocionado la extracción de oro “sostenible” del llamado Cinturón Minero del Orinoco e incluso había publicitado la entrega al Banco Central de los primeros cargamentos de lingotes. Sin embargo, en las estadísticas facilitadas por este organismo al Consejo Mundial del Oro no se reflejan esas cantidades.