La localización de nuevos yacimientos de oro que vengan a sustituir a los que se van agotando es uno de los retos fundamentales que afronta el sector minero. Un reto en el que el desarrollo de nuevas tecnologías va a tener mucho que decir. Precisamente, una nueva tecnología desarrollada en Australia y basada en el uso de rayos X va a permitir realizar esta exploración de manera más rápida y económica.
La nueva tecnología ha sido desarrollada por la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), una agencia de investigación científica de Australia (el segundo mayor productor mundial de oro), que se plantea comenzar a utilizarla también en África.
Esta nueva tecnología se basa en el uso de rayos X de alta potencia, con los que se bombardean muestras de rocas, para activar los átomos de oro y otros metales. Luego, un detector de alta sensibilidad hace un barrido para determinar la concentración de estos metales.
De momento, esta tecnología se ha puesto en marcha en las instalaciones MinAnalytical, propiedad de Ausdrill, en la ciudad australiana de Perth. Está previsto que comience a usarse en las minas de oro de Kalgoorlie (Australia Occidental) en los próximos meses, para más adelante exportarse, de la mano de Ausdrill, al continente africano.
La innovación tecnológica va a contribuir a las tareas de exploración realizadas por las compañías mineras de oro. Una labor que cada vez va a ser más importante si, como las previsiones del Consejo Mundial del Oro y de ejecutivos de diversas compañías mineras apuntan, estamos a punto de alcanzar (o se ha alcanzado ya) la máxima producción de oro.
Según Gavin Wendt, analista senior de MineLife, “ya hemos presenciado la introducción de la maquinaria autónoma en las minas, así como la adopción de nuevas tecnologías para la separación del mineral; y ahora, la tecnología de rayos X para a ser el siguiente paso. Cada vez es más complicado encontrar yacimientos importantes de oro, así que todos los procedimientos que contribuyan a mejorar las labores de exploración serán bienvenidos”.
La nueva tecnología de rayos X permitirá analizar al menos 50.000 muestras mensuales, a un coste similar al de los medios convencionales, y también puede aplicarse a la búsqueda de otros metales como plata y cobre, de una forma más rápida, segura y limpia desde el punto de vista medioambiental.