Si hace unos meses saltaba a las páginas de los periódicos la historia de un ciudadano francés que había encontrado un tesoro en forma de lingotes y monedas de oro en una vivienda heredada, en esta ocasión es un piano el que albergaba una fortuna en objetos de oro.
Según informa el diario británico The Guardian, los dueños de un antiguo piano, residentes en Shropshire, encontraron una importante cantidad de oro escondida en su interior, cuando lo abrieron para intentar afinarlo.
El piano, fabricado por Broadwood & Sons, una firma de Londres, llegó a sus manos en 1983, como un regalo. Al abrirlo, aparecieron una serie de objetos de oro, cuyo valor aún no ha sido determinado. Los propietarios del piano dieron cuenta a las autoridades del hallazgo, considerado como un posible tesoro desde el punto de vista legal, y guardaron los objetos en un lugar seguro, que no ha sido revelado.
Según los expertos, los objetos habían sido escondidos de forma deliberada en el interior del piano. Peter Reavill, del programa de objetos antiguos del British Museum, señaló a The Guardian que “aún no podemos decir exactamente de qué se trata, porque estamos tratando de encontrar a los auténticos propietarios. Los dueños del piano no sabían qué hacer y vinieron al museo a enseñarnos los objetos. Soy arqueólogo y estoy acostumbrado a trabajar con tesoros, pero hasta ahora no había visto nada igual. Es un conjunto de objetos asombroso”.
El arqueólogo añadió que se trata de una serie de objetos de una naturaleza muy inusual, en su mayoría fabricados en oro, y parecen haber estado escondidos de forma deliberada durante 110 años.
Hasta ahora, las investigaciones han revelado que después de su fabricación, el piano se vendió a una tienda o comerciantes de Saffron Walden, en Essex. Pero se desconoce a quién perteneció o dónde estuvo desde 1906 hasta 1983. En 1983, una familia de la zona de Saffron Walden lo compró.
La investigación que se está llevando a cabo y que se extenderá hasta el 16 de marzo (fecha en la que se ha fijado una nueva vista en el Juzgado de Shrewsbury), trata de determinar si los objetos, descubiertos en vísperas de Navidad en Shropshire, puede estar amparado por los términos del Treasure Act (1996). El juez de instrucción ha ocultado detalles sobre los objetos encontrados, para no ofrecer pistas y que quienes puedan arrojar algo de luz sobre el tesoro cuenten con información propia.
Para que un conjunto de objetos de esta naturaleza, de menos de 300 años de antigüedad sea catalogado como tesoro, deben estar fabricados en su mayor parte en oro o plata, escondidos de forma deliberada por su propietario, con el objetivo de recuperarlos más adelante, y el propietario o sus actuales herederos o sucesores deben ser desconocidos.
En caso de que el juez de instrucción declare que finalmente se trata de un tesoro, el mismo podrá ser adquirido por un museo y tanto el propietario como el descubridor del tesoro tendrán derecho a una recompensa.
Según declaró Ian Richardson, registrador de tesoros del British Museum, “los objetos pueden ser más antiguos, pero han estado escondidos durante los últimos 100 años. Lo sabemos por la antigüedad del piano. Alguien los escondió ahí y no se lo dijo a nadie, o sucedió algo más. No lo sabemos”.